Nos encontramos ante un proyecto de reforma de una óptica ubicada a pie de calle en una zona muy transitada.

Se ha optado por dejar visibles las enormes cristaleras de escaparate, las cuales permiten compartir las experiencias del interior con los transeúntes. En su interior, se diseña un espacio diáfano que alberga la zona de atención al cliente, la exposición de gafas y productos a la venta, así como una zona de espera. Este conjunto crea un ambiente armónico, cálido y contemporáneo.

Las formas orgánicas, los tonos elegidos y el mobiliario a medida transmiten la sensación de naturalidad que las propietarias querían conseguir. La iluminación, en gran medida retroiluminada, resalta y respeta la paleta cromática definida para este proyecto, lo que resulta fundamental en este tipo de establecimientos.  

El diseño se caracteriza por la presencia de colores verde mint y beige, una combinación que invita tanto a adultos como a niños a adentrarse en el espacio.