Los clientes querían reformar una vivienda que llevaba 20 años sin ser habitada, pero sin cambios en la distribución. Buscaban la sencillez tanto en los distintos elementos, como en los colores. Se ha recuperado el suelo antiguo de madera, que da calidez a la casa.
Para ganar más luz en la cocina se han colocado puertas de cristal transparentes. De esta manera se bloquea el paso de olores, al mismo tiempo que pueden ver a sus hijos en el salón.
Baño pequeño con puerta corredera para que no ocupe espacio.